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jueves, 26 de febrero de 2015

Por qué he dejado de escribir ( y lo cuento escribiendo…)

Hace ya 7 años, cuando llegué a Madrid, creé este blog de arte. Lo cierto es que no me lo planteé como medio de vida, ni siquiera para darme a “conocer” entre los profesionales de mi entorno, sino porque simplemente me apetecía (y como hermana pequeña, siempre copiando a los mayores, no tenía más remedio que hacer un blog, al igual que lo había hecho mi hermano). Aún no estaban tan de moda como ahora. Bueno, ahora se lleva más ser “Instagramer”.

Dando mi primera "charla" con mis compis de La Exposición Expandida, el primer proyecto para el que el blog me abrió las puertas.


Poco a poco tuve suerte, y trabajo y constancia, y empecé a recibir visitas, hice amistades virtuales, de las que salieron proyectos, me pedían artículos, conferencias, y cuando todo eso empezaba a despuntar, me dio pereza. No puedo decir que ahora no envidie a todas esas con las que empecé las andaduras y que ahora aparecen en importantes periódicos, ferias, museos y muchos espacios alternativos. Me alegro mucho por ellas (sí, en su inmensa mayoría mujeres), y reconozco que incluso pienso “yo podría estar ahí”, “tengo que volver a meterme en el mundo”. Pero en ese mismo instante se me viene encima la misma sensación. PEREZA. No pereza de trabajar, lo sigo haciendo, pero si pereza de “estar en ese mundo”.

 
Vaso de agua de Wilfredo Prieto. En venta en ARCO por 20.000€


Terminas en ferias, galerías, artistas, en las que parece que solo valen los egos. He estado en ARCO, todos me preguntan ¿Qué te ha parecido? ¿Vamos juntas y me cuentas? Buuuuf…. Pues me han gustado creo que… ¿4 obras? Y 3 de ellas eran repetidas de otros años. Pero allí todo es maravilloso, el público va en su mayoría para ver y ser visto, para engrandecerse a sí mismo. Tienes que visitar galerías y artistas para comentarles lo bien que lo hacen, lo bien que les ha quedado todo y que ellos te respondan con 10 minutos de intragable charla sobre una obra que sin explicación nada valdría. Como si en el mundo no hubiera nada más importante que ese vaso de agua medio lleno del que tanto se habla estos días.

Vale, es ARCO, siempre ha sido así. Vayámonos a circuitos más de moda, más alternativos (¿no deberían ser conceptos contrarios?). Da igual, galeristas, artistas y comisarios plantados delante de ti esperando ser galardonados y poder contarte su historia como si realmente le importara más que la realidad. Que él o ella son la verdadera obra de arte a su parecer.

Cierto es, no todo el mundo en el arte es igual, pero parece que estas tienen que ser las formas en la que tenemos que relacionarnos si queremos que nos valoren aquí. Asintiendo con cara sonriente mientras escuchas sus cuentos.

Sigo dedicándome al mundo del arte, a pesar de todo lo que cuento, es una suerte. Sigo relacionándome con artistas y galeristas, y no puedo decir que no haya encontrado en el camino a gente estupenda, pero con 3 amigos, compañeros o colaboradores no se triunfa.

Tampoco lo necesito.
 
Me desencanté del arte, me desencanté del hobbie, puede que escribirlo me vuelva a encantar.