Burbujas llenas de aire que explotan al presionar con el dedo. Sencillo, tonto, pero a la vez, divertido, y una de las cosas que más nos gustaban cuando niños. Si llegaba a casa un paquete, esperabamos que mamá o papá terminaran de sacar lo que contenía para quitarle el plástico de burbujas que iríamos apretando una por una con su correspondiente "¡pam!". Lo más chulo era coger el plástico por los dos extremos y retorcerlo para que se explotaran cientos de ellas, a la vez que retumba como pequeños cohetes en el cielo. Pero siempre había un par de dichosas burbujas que al presionarlas el aire se iba a la burbujita de al lado y no explotaban nunca, asi que presionabas las dos a la vez había si había suerte.
Pero, ¿por qué papá y mamá no entendían lo emocionante que era y siempre nos decían que nos estuviéramos quietecitos con las malditas burbujitas? Explotar burbujas, saltar en los charcos, en los sofás, en las camas, gastar (inocentes) bromas telefónicas. Me gusta.
pero solo nos gustaban de pequeños? yo cada vez que llega algún paquete a la redacción, me pongo a explotar bolitas como una loca...y es verdad, que rabia da cuando no hacen ruido...
ResponderEliminareso si, he recibido amenazas de muerte por esta afición...no sé por qué será ;)
a mi también me siguen gustando... de echo, sabes la lista que tiene amelie al principio de la película de cosas que le gustan? Yo pondré explotar burbujas entre mis preferidas. besos
ResponderEliminarala! hecho es con h, perdona la falta de ortografía.
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