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viernes, 16 de enero de 2009
Arte, historia, política.
Antes de nada, perdón por el tiempo sin actualizaciones, pero si las Navidades son traicioneras, los exámenes lo son aún más.
El arte ha sido utilizado durante la mayor parte de su historia como un elemento de propaganda política. Desde Roma con esculturas ecuestres o el ejemplo de "Augusto arengando a la tropa", pasando por retratos de reyes absolutitas durante siglos y terminando hoy en día.
En el siglo XIX se da en Europa el fenómeno de los historicismos, donde cada país crea obras copiando estilos artísticos de aquellos años de esplendor de su historia. Era también una forma de propaganda. Cuando Napoleón quería ser un emperador como si se tratase de época romana, se impulsó el neoclasicismo. Se trata de una sencilla manera de trasladarnos estéticamente a la parte de la historia en la que queremos encontrarnos, y a pesar de ser tan sencillo, es bastante útil. ¿Qué hacemos cuando queremos emular en un teatro o en una fiesta que nos encontramos en una época diferente a la nuestra? Simplemente manejar la estética.
Pues bien, Estados Unidos es un país con una trayectoria histórica bastante corta en ese sentido, pero al fin y al cabo se sigue recurriendo a las mismas técnicas. La nueva elección para la presidencia del país ha dado la vuelta a la historia. La elección de un presidente negro (algo, por desgracia, impensable hasta hace bien poco) y el esperado fin del mandato de Bush da esperanzas a muchos habitantes del país y también del mundo. Por eso volvemos a la propaganda política mediante historicismos. El pop art es un estilo nacido en los EEUU, el primero o uno de los primeros estilos propiamente suyo, junto con el nacimiento del graffitti de la mano de Keith Haring. Artistas pop como Warhol, Linchenstein, Hamilton o Wesselmann daban en la década de los 50 y 60 un giro en el arte de ese momento, haciendo críticas sobre el consumismo de la sociedad. Hoy día es el movimiento característico de los EEUU y teniendo en cuenta que los años de mayor esplendor pop se sitúan en la época en la que gobernaba John F. Kennedy era el estilo perfecto para crear su propio historicismo.
En muchos carteles realizados para este tipo de propaganda política aparece Obama aompañado de la palabra "Hope" (esperanza) y ojalá sea así. Pero, también como a lo largo de la historia artítica y política del mundo en que vivimos, los mismo medios pueden ser usados para la crítica. Vemos como ejemplo el caso del dadísmo berlinés en el que autores como Haussman o Heartfield usaban el collage como fortísima crítica al nazismo. Y aquí no iba a ser menos. Al igual que encontramos "hope" o "dream" (sueño), vemos también "dope" (Drogas) o "snob". Gracias a Dios una buena propaganada y una crítica que pueden convivir con todo tipo de libertad y sin censuras.
Para ver más imágenes pueden visitar también: http://www.adn.es/cultura/20090109/PGL-0020-barack-obama-poster-icono-pop/.html
jejejeje, así me gusta, que nos sigas consultando...aunque para lo que nos queda en el convento...enfin!
ResponderEliminarJajajaja. Hasta el fin de los días!:P
ResponderEliminarMe encantan las pinturas que hizo ese tipo del presi Obama, llaman muchisimo la atención, son originales para una campaña política.
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