Maniquí
Guillermo Martí Ceballos, pintor influenciado por el arte fauve y el expresionismo expone en el Centro Cultural i d'Esbarjo de Sant Pol de Mar hasta el próximo 8 de Agosto. Artista que no le gusta explicar su obra sino hacer una obra de sentimiento, de sensaciones y olvidar lo que tan solo son palabras para crear filosofía. Hoy nos dice como ve él su propia obra.
¿Cuál ha sido su último trabajo?
La verdad es que casi nunca no estoy volcado en trabajos concretos más que cuando voy a realizar una exposición. No hago nunca exposiciones temáticas sino que vivo el momento presente pintando lo que más me hace vibrar. Siempre he pensado que lo más importante no es el motivo en sí, sino la manera de plasmar el motivo. Eso sí, últimamente estoy volcado en los rostros y figuras femeninas, que quizás es lo más característico de mi obra, pero como decía Matisse: "Yo no pinto retratos, pinto cuadros".
Un artista al que admire
Admiro en general la pintura que me llega al alma, aquella que combina el buen oficio de la pintura con la creatividad de la obra. Soy un gran admirador del fauvismo y del expresionismo alemán de las primeras vanguardias del siglo XX: Matisse, Picasso, Jawlensky, Macke, Gauguin… de todos ellos he aprendido algo.
¿El que más le ha influido?
Quizás Jawlensky es la influencia más notable. Como digo altera de manera genial la figuración creativa y la expresividad plástica que debe tener una buena obra de arte.
Su obra perferida (suya y de otros autores)
Decidirme por una es una tarea díficil, pues sería como elegir una canción de un músico preferido. Pero si tengo que concretar un retrato de Jawlensnsky “Mujer española”, de Matisse “La música”, de Picasso “Femme tenan un livre”.
Una persona importante para usted en cuanto a su vida artistica.
Gauguin es para mi el espiritu libre del artista por su valentía, su lucha y sobre todo por la coherencia de su vida con respecto a su arte. Harto de la civilización que le tocó vivir en su época, huyó hacía una vida más primitiva en Tahití para realizar un arte y una vida más acorde con sus valores morales y artísticos.
¿Cómo le gustaría que se viera su obra?
Simplemente que pueda llegar al alma y deleite los sentidos. Como una obra que reivindica el oficio de la pintura, que parece haberse olvidado.
¿Cuándo dijiste "mamá quiero ser artista"?
Mi padre fue pintor y, aunque él y mi madre conocían las “miserias” del artista, nunca tuve que negar mi pasión por el arte. Pero como casi todos los artistas tuve que ganarme la vida de diferentes maneras alternando ambas cosas.
¿Qué cree que es lo que más llama la atención de su obra?
Creo que el color y las deformaciones. Mi obra es figurativa, pero en ella el motivo deja de ser el centro de atención y llega a través del fuerte cromatismo y de la expresividad de la línea.
Cuente una anécdota relacionada con su vida artística.
En una ocasión vendí un cuadro a una persona muy mayor que estaba enferma y le quedaba poco tiempo de vida. Ni siquiera podía colgar los cuadros en su casa por falta de espacio. Eso es amor a la pintura.
Proyectos de futuro.
En Noviembre participo en el Salon de arte contemporaneo MAG en Montreux (Suiza). Pero mi gran proyecto es pintar y poder seguir viviendo de mi pasión. ¿Que proyecto más importante puedo tener para el fururo?
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