lunes, 6 de diciembre de 2010

Y tú ¿Cómo te enfrentas a un museo?


Ultimamente me vengo dando cuenta de una cosa. He aprendido (o desaprendido) a ver los museos de una forma diferente. Y con esto no me refiero a una forma intelectual y conceptos rimbombantes. Me he dado cuenta que tras ver tantos museos y tantas exposiciones (y lo que gracias a Dios aún me queda por ver) hago un recorrido diferente.

Entras al museo y te paras una por una en todas las obras, miras la cartela, examinas, sigues a la siguiente, y a la siguiente, y a la siguiente,... y cuando llevas 3 salas estás harto del museo, estás agotado, y sí, no te vas del Museo a la 4º sala, sabes que hay mucho por ver, y más aún cuando has pagado entrada. Pero desde hace algún tiempo veo los museos con el mismo planteamiento con el que la mayoría ve únicamente al Louvre o al British. Sabes que no puede acapararlo todo y seleccionas.

Ayer por ejemplo, en el SMAK (Museo de Arte Contemporáneo de Gante) fui consciente de ver las salas en menos tiempo que los demás, y no porque no me interesen precisamente. Ahora entro en la sala y hay cosas que llaman mi atención, cosas que siento la necesidad de ver, que me transmiten, ya sean por bien o por mal, acaparan mi vista. A esas obras sí, a esas que siento que merece la pena, me acerco, las miro, más o menos tiempo, lo que necesite. Quizás llamó mi atención y una vez que la miro, no me dice nada, pues me marcho y si es necesario cambio de sala. Otras me acerco y me hechizan, con esas sí, con esas pierdo el tiempo. Y lo que vi, vi y lo que no, será que para mi no merecía la pena.

Puede que eso es lo que hace a una pieza, una buena obra de arte.

2 comentarios:

cecilio chaves dijo...

No podría estar más de acuerdo contigo. En mi caso, la gente piensa que por ser artista, lo tienes que ver todo. Nada mas alejado de la realidad, selecciono lo que veo. Veo el museo paseando, a buen ritmo, consciente que son grandes y es imposible abarcarlo en su totalidad, y como tú, me detengo en aquellas obras que me dicen algo.

Muteado dijo...

Mi forma es muy parecida , aunque me cuesta mucho irme con esa sensación de "me dejo cosas por ver". Aunque sea de un modo rápido intento ver todo y como tu bien dices al final me entretengo en lo que me llama la atención ("me llega" solemos decir) Lo cursioso con esos criterios que nos hacen pararnos delante de algo. En la mayoria de los casos es algo irracional o la sencilla belleza plástica de las formas, o el realismo de la composición. A mi , además de estas cosas, suele llamarme, en cualquier disciplina, la destreza técnica y el extenso tiempo que parece haber sido empleado en crear la obra . No por eso es mejor o peor, pero si es un factor importante a la hora de "pararse" con algo. Y siguiendo estas directrices pude ver, por ejemplo, el Louvre en un día, pasando por las alas Denon, Richeliue o Sully , quedándome al final con algo tatuado en mi memoria.