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miércoles, 29 de diciembre de 2010

Capricho Artístico: "Cabinas telefónicas" de Richard Estes



Cabinas telefónicas, 1967
Acrílico sobre masonite. 122 x 175,3 cm
Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid

Richard Estes es uno de los grandes representantes del hiperrealismo norteamericano. En esta ocsaión nos centramos en su obra "Cabinas telefónicas". Es muy interesante destacar las diferentes texturas, los brillos y reflejos en las superficies metálicas de las mismas que nos permiten ver los grandes almacenes Macy's y Woolworth que tenemos a nuestra espalda de una manera algo distorsionada, mientras que el reflejo de los cristales es un reflejo totalmente nítido. Vemos también lo que hay tras la cabina, y es de las pocas ocasiones en las que Estes pinta a personas en su obra. Normalmente son esquinas de Nueva York desprovistas de vida (aunque sí habitadas).

Para esta obra, Estes también hizo otra excepción. No se trata de una foto real de Nueva York. Es una imagen formada a partir de varias fotografías tomadas en diferentes puntos con las que el pintor creó un "montaje" creando su propio escenario para representar. En concreto se trata de una fusión de cabinas situadas entre Broadway, la 6º Av. y la 34.

Esta obra puede contemplarse en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid formando parte de un tríptico del artista que se completa con las obras Nedick's, 1970 y People's Flowers, 1971

viernes, 19 de noviembre de 2010

Capricho artístico: "Murnau, Casas en el Obermarkt". Wassily Kandinsky


Wassily Kandinsky autor de origen ruso al que todos conocemos como un pintor abstracto, tuvo, como todos, unos inicios figurativos. En ellos ya podemos apreciar la importancia del color que luego dará lugar a tantas teorías que desembocarán en sus improvisaciones y composiciones.

Aunque nacido en Moscú, se trasladó a Munich para estudiar arte, y allí conoció a Gabriele Münter. Entre 1904 y 1908 (año de datación de la obra) juntos hicieron numerosos viajes: Holanda, París, Italia, el Norte de África, Berlín,... y en uno de ellos conocieron la pequeña población de Murnau. A unos 80 kilómetros de Munich, a pies de los Alpes bávaros, pasaron allí largas temporadas e incluso terminaron comprando una casa. Hasta 1914, con el estallido de la guerra, alternaban su residencia con Munich y Murnau, donde se encontraban con otros amigos artistas como Jawlensky. Allí fue donde Kandinsky fijó su caballete para realizar esta obra, un lugar que hoy día aún puede identificarse, es la Calle Mayor.

En la obra puede apreciarse la influencia fauve que el artista había recibido en sus visitas a París. Fue una obra que pasó desapercibida. Kandinsky solía apuntar en una lista sus principales obras, y esta no figuraba. Fue años más tarde de su muerte, cuando su viuda redescubrió la pintura envuelta en un periódico alemán (Müncher Neueste Nachrichten) de 1908. Esto nos ayuda a datar la obra, junto con un estilo artístico muy restringido en el tiempo debido a su rápida evolución hacia la abstracción, movimiento en el que fue pionero.

Ficha de la obra:

Wassily Kandinsky (1866-1944)
Murnau, Casas en Obermarkt, 1908
Óleo sobre cartón. 64,5 x 50,2 cm.
Colección Carmen Thyssen-Bornemisza, en depósito en el Museo Thyssen-Bornemisza



jueves, 28 de octubre de 2010

Capricho artístico "White Center", Mark Rothko


Título: White center (yellow pink and lavender on rose) / Centro Blanco (Amarillo, Rosa y Lavanda sobre Rosa)
Autor: Mark Rothko
Fecha: 1950
Medidas: 214.5 x 174 cm
Técnica: Óleo sobre lienzo
Propietario: Colección Privada


La obra de este mes fue la gran estrella de la subasta de Sotheby's en Nueva York en 2007. Fue vendida por 72,84 millones de dólares, alcanzando en su momento el récord como la pintura más cara jamás vendida en subasta y la más cara del artista. Anteriormente había pertenecido a la colección del banquero millonario David Rockefeller desde 1960. Fue adquirida mediante puja telefónica por un comprador anónimo.

Rockefeller había comprado esta obra por 8500 dólares en la galería que pertenecía a la sobrina de uno de los tres fundadores del MoMA, Elizabeth Bliss Parkinson, y estaba colgada en su oficina del Rockefeller Center de Manhattan.

La casa de subastas había estimado la obra en 40 millones de dólares. Ni ellos mismos sospechaban lo que finalmente ocurrió.

¿Qué hace que esta pintura alcance tales cifras?

Rothko (1903-1970) es considerado uno de los grandes artistas del expresionismo abstracto. Cuando pensamos en este movimiento, nos viene a la mente en la mayoría de las ocasiones obras de Pollock, De Kooning, obras expresionistas que nos llenan de violentan manchas de pinturas y pinceladas gestuales. Sin emabrgo, el expresionismo de Rothko no quería transmitir ese sentimiento, sino justo el contrario. Quería profetizar en un mundo pagano, adentrarse en el alma, en lo espiritual. Sus obras, como en este caso son de unos formatos inmensos con la intención de hacerle la tarea más fácil al espectador. Un lienzo de tales dimensiones nos permite bañarnos en él, meternos dentro. Algo parecido a lo que intentó hacer Monet con sus paneles de nenúfares en la sala de L'Orangerie es lo que Rothko intenta en su capilla.

Gracias a una técnica de superposición de veladuras consigue crear una sensación de manchas que flotan sobre un fondo de color sin huellas de pinceladas ni marcas de autor.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Capricho Artístico: "El recién Nacido", Brancusi


El Recién Nacido (The Newborn), 1920. Bronce pulido. 14,6 x 21 x 14,6 cm. Constantin Brancusi. The Museum of Modern Art (MoMA), Nueva York.

Lo esencial, formas ovoides, superficies pulidas, y mucha vida. Es lo que ofrece Brancusi, escultor rumano afín al movimiento del organicismo.

"El recién nacido" es una obra donde los elementos se reducen al mínimo. En el bronce dorado, una pequeña arista y un corte circular emulan el ojo, la mejilla y la boca abierta en el gran llanto de la llegada a la vida. Elementos sutiles que sin embargo nos trasmiten todo lo que aquel momento supone. Una nueva vida, un nuevo ser en el mundo, tan acorde a la obra de Brancusi. Siempre relacionado con lo orgánico, con el amor, con la génesis de la vida; obras como "El beso", "la Princesa X". Siempre un nacimiento, nunca una muerte.

Fundió una cabeza independiente del cuerpo, esta vez ya sin tan siquiera cuello. Rosalind E. Krauss decía en su libro Pasajes de la escultura moderna "Brancusi afirma radicalmente que la obra es un objeto parecido a una célula: separado, en términos de su contenido, de la estructura del cuerpo completo".

No emula a la naturaleza y sin embargo es la esencia de la misma.

Existen varias versiones de esta obra. Algunas más en bronce, otras aleaciones de bronce y acero inoxidable, en mármol, y primeras versiones en madera.